LSD, creación y muerte

Poco yo sabía de este individuo. Ya no está. El creador del LSD (ácido lisérgico o lysergic acid diethylamide) Albert Hofmann, falleció el 29 de Abril a los 102 años de edad.

No se debe ser apólogo de las drogas, o al menos yo no lo considero apropiado, sin embargo no se puede dejar de considerar que el mundo que conocemos no sería el mismo si a este tipo no se le hubiera ocurrido hacer lo que hizo.

El "ácido" fue por primera vez sintetizado en 1934, pero no fue hasta 1943 que se descubrieron sus efectos psicodélicos. Hofmann hasta sus últimos días apoyaba el consumo de dicha sustancia atribuyéndole poderes curativos. De hecho fue utilizada durante años en el psicoanálisis.

Como dije, nada habría sido lo mismo. Muchas creaciones de grupos como The Beatles y por consecuencia todo lo que vino después, tampoco. Muchos de los músicos que escuchamos y admiramos utilizaron como base de su inspiración a este componente. Hendrix, Pink Floyd (sobre todo en la época de Syd Barret, aunque se ve durante toda la existencia del grupo), Santana, Cream, The Yardbirds en algún momento, Led Zeppelin y hasta Nirvana. Todos ellos fueron inspiración de todos los grupos que hoy conocemos o casi, por ende nada de lo que crearon habría sido posible sin este compuesto. No soy consumidor de esta sustancia pero el efecto generado en las creaciones surgidas a partir de su consumo es indudable.

Evidentemente las tapas de algunos de los discos demuestran la enorme influencia psicodélica en su contenido.

Las más grandes creaciones musicales de todos los tiempos surgieron luego o durante la ingesta de sustancias prohibidas en la actualidad, pero que en algún momento fueron permitidas. Desde Mozart hasta Mercury. Casi ninguno se salva de haber necesitado una inyección de inspiración. No habrían podido visualizar ni la mitad de lo que luego crearon.

Sin duda que en el rostro del señor no hay amarguras. De hecho hasta uno comienza a sospechar de que realmente el LSD si tiene poderes curativos, nada más considerando los 102 largos años que resistió al ataque del tiempo.

Una historia alucinante es la de la primera experiencia con LSD, vivida por el mismo Albert Hofmann. La saqué de la mejor enciclopedia del mundo, por supuesto.

El día de la bicicleta (Bicycle Day)

El 19 de abril de 1943 ingirió intencionalmente 250µg de LSD suponiendo que era un límite no muy alto. El flaco se equivocó, ya que en seguida se le hizo difícil hablar, aunque logró pedirle a un compañero del laboratorio que lo acompañara a su casa en la bicicleta. Durante el regreso a su casa la condición de Hofmann empeoró tanto que en sus notas describió que todo a su paso se veía distorsionado como si estuviera viendo un espejo curvado. También comentó que sentía como si no se pudiera mover, aunque en realidad estaba pedaleando a gran velocidad.

Luego de llegar a su casa Hofmann llamó al médico y le pidió leche al vecino ya que creía que podría aplacar los efectos. Cuando llegó el doctor no encontró ningún síntoma físico más que las pupilas completamente dilatadas. Estuvo luego de eso durante largas horas aterrorizado, sintiendo que su cuerpo estaba poseído por el demonio, pensando que su vecina era una bruja y quelos muebles de la casa lo perseguían y atacaban. El terror se incrementaba al pensar que se había vuelto completamente loco y que no tenía marcha atrás, lo que hoy llamamos limado.

En su viaje dejó de sentir miedo y comenzó a sentirse placenteramente seducido por los extraños colores que abundaban en su mente cuando cerraba los ojos. Haufmann relató haber visto "imágenes fantásticas" de espirales, círculos que se abrían y cerraban explotando al final de la secuencia. También dejó escrito en sus notas que hasta los sonidos se transformaban en imágenes coloridas.

Horas después se durmió y a la mañana siguiente se levantó fresco y con la mente completamente limpia a pesar de sentirse cansado físicamente. Agregó que se sintió como una persona renovada y fresca, y que su desayuno tenía un gusto inusualmente delicioso. Sintió luego una gran sensibilidad en los sentidos que lo acompañaron durante el resto del día.

Gracias Albertito. Sin tu aporte casi nada sería lo que es.