miércoles, noviembre 21, 2007

Lo hago porque me gusta?

No es una decisión que se toma, o al menos no en primera instancia. Es algo que simplemente ocurre de acuerdo a un montón de factores, algunos dependientes de nosotros y otros no tanto.

De chico a uno lo educan (no quiero usar la palabra generalmente porque para mí las mayorías no tienen necesariamente siempre la razón) siguiendo el "librito" que cada padre cree tener. Le planta algunas semillas al pibe creyendo que va a generar una buena educación. Le da ambiciones, le dice que tiene que estudiar obligándolo a hacerlo al comienzo, y le dosifica la cantidad de diversión que puede tener durante la semana o el día. Digamos que lo entrena.

Con todo eso el pendejo va armando un esquema siguiendo, bueno, la "educación" que le dieron por un lado, y la capacidad crítica o de razonamiento que le se le dió por otro. Ahí es que comienzan las preguntas...millones de ellas.

Que me gusta?

Que quiero ser? ... Y eso que quiero ser, es lo que quieren mis viejos o no? Necesito la aprobación de ellos o me importa poco y nada?

Es lo que mis amigos van a hacer también? (hay mucho gil que hace lo que hacen los amigos solo para no quedarse sin compañeros)

Luego de mucho tiempo y de quemarse la cabeza con estudios y cosas que no sirven para nada más que para probar que uno es estudioso o aplicado (yendo un poco al post de Andrea) las preguntas van cambiando. Uno ya empieza a ver el mundo (mal o no tan mal) por el lado de las necesidades económicas ...

Que me va a dar de comer?

Quiero romperme el culo o solo quiero estudiar para comer y tener tiempo para vivir la vida? (ojo ... hay gente para la que vivir la vida es Vivir para Laburar, algo que no comparto)

Es mi vocación realmente? ... o más bien la pregunta sería ... Se cual es mi vocación?

Voy a seguir mi vocación aunque me cague de hambre?

El que encuentra la vocación (que lamentablemente, no siempre es lo que uno puede hacer mejor, lo cual me hace acordar en mucho a la familia de todos los maestros y profesores que se dieron cuenta que su vocación era la docencia) es un afortunado, y el que puede ser bueno llevándola a cabo, mejor. Ni hablar del que encuentra la vocación y encima de todo, le da muy bien de comer. Bendito sea!

Para mí fue completamente diferente. Cambié 3 veces de liceo, no tengo amigos de mi infancia por lo cual no tuve la necesidad de pensar en seguir a nadie, cuando maduré (suerte que fue a tiempo, aunque no sin antes perder algo de tiempo) no me importó más lo que mis padres querían que fuera, estudié construcción antes de eso (al pedo, gracias a mis padres) y luego me tuve que partir el coco aprendiendo matemáticas para poder estudiar ingeniería. Mi vocación es la música y la docencia. Por el lado de la música tengo el problema de la falta de persistencia lo cual para el músico es mortal. Si sos Mozart pero no te sentás 10 horas por día a estudiar, el oído y el talento te lo terminás metiendo por donde no te da el sol. A parte, acá en Uruguay no camina mucho. Por el lado de la docencia, me cago de hambre.

Me puse a estudiar informática porque pensé que me iba a dar de comer, y que luego de eso me podría dedicar a lo que me gustara hacer. Sin tener que quemarme demasiado por la parte económica. La música no se ... me rompí la mano hace un par de años y está casi inútil para los instrumentos que me gustan, así que tendré que aprender a tocar el triángulo. Que le vamos a hacer. En cuanto a la docencia, veré que pasa, pero seguro que antes de morirme meto un par de clases.

Para pensar necesito la panza llena, por lo que resumiendo, primero lo que me paga y luego pensaré en lo que me gusta.

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10 comentarios:

Unknown dijo...

Claro que es bueno trabajar en donde te pagan bien, a quien no le gusta tener plata en el bolsillo. Solo hay que preguntarse a cuesta de que? que estas dispuesto a sacrificar por eso? Vas a trabajar en algo que no te gusta, con gente que te trata como el hongo, 500.000 horas por dia para que despues no tengas tiempo de disfrutar la plata, ni tiempo de hacer lo que verdaderamente te gusta?

Anónimo dijo...

Me identifico con la dificultad para encontrar mi vocación, aunque no tanto como con su crítica sobre la educación adoctrinante de los papás. Claro que también eso depende de la flexibilidad y nivel cultural de los mismos. Mi opinión es que a mayor nivel, más flexibilidad y apertura mental, y por ende es más un “nene, acá tenés las herramientas” que un “adoctrinamiento”. Claro que la flexibilidad tiene sus límites evidentes. Ejemplo: papá y mamá médicos. Si el nené, después de ir a un colegio privado toda su juventud decide que no quiere ir a la Facu y quiere ser empleado de la panadería, los papás van a tratar de disuadirlo de hacer otra cosa. Y ahí creo que es una necedad entrar en una discusión sobre el derecho del nene de hacer lo que quiera, porque se confunde vaguedad con libre albedrío. Por eso lo natural es que los padres le insistan que haga una carrera, o al menos un oficio. Luego, ya teniendo las herramientas, si todavía querés trabajar en una panadería, adelante. Ahora sí se puede considerar que lo haría porque le gusta. Antes probablemente fuera porque le embolada estudiar. Así que en ese sentido quiebro una lanza por los papás.

Yo tambien tuve dificultad en encontrar mi vocación. Si el factor “plata” no pesara, me hubiera dedicado a estudiar filosofía, o matemáticas, o quizás solamente a ser autodidacta y me hubiera quedado en casa leyendo libros. Pero al final tuve que balancear tres factores: que me de plata, que no me desagrade tanto, y que me abra puertas en caso de tener que irme del país.

Hoy no me catalogo dentro de los que “viven para trabajar” porque tengo mi vida “en mi trabajo” y fuera de él donde me tomo mi tiempo para realizar todas esas pelotudeces que me encantan y que no me dejan un mango. Pero incluso disfruto la integración con compañeros en el ambiente laboral que no es poca. Pero acá vuelvo a lo mismo. También estoy cosechando un poco los frutos de esas “semilla” que plantaron mis viejos y que yo de chico no alcanzaba a comprender del todo. Si no fuera por la tenacidad de los viejos, todos nosotros nos habríamos dedicado a jugar a la pelota en la vereda, no?

Ese es otro tema que a veces genera discusión. Los papás “papás” y los papás “amigos”. Cuantos papás o mamás hemos visto que dicen “es que yo soy amigo de mi hijo”. Suena lindo, verdad? Sin embargo cuando papás disfrazan su irresponsabilidad, falta de voluntad y carácter alegando que ellos son más permisivos porque quieren ser amigos de sus hijos. Se puede argumentar largamente al respecto, pero basta con mirar resultados. Cuando el nene crezca y sea un hombre responsable, ya habrá tiempo de sobra para ser amigos. Mientras tanto hay que ser padre y educar en serio.

El Psiconáufrago dijo...

Aló..! bueno, más que interesante planteo, compañero! Yo soy músico... y gracias a Dios pude vivir toda la vida de ella!

Lo que yo no logro entender muchas veces es como el 97% de los pibes esperan hasta los 17 años para decidir que hacer con sus vidas! Una edad en la que ya son "viejos" para muchísimas cosas..! Yo empecé a estudiar en el conservatorio a los 9 años, y te puedo asegurar que un poquito más y ya era tarde. Cuando todos ya empezaban con los tests vocacionales (otra cosa que nunca entendí, la necesidad que venga un desconocido a decirte que es lo que querés), yo ya tenía mi titulito bajo el brazo.

Otra cosa es que nunca consideré a la música como un trabajo... más bien es para mi una necesidad. Conozco pocas personas que consideren su trabajo como una necesidad en si misma, y eso me parece terrible.

Bueno, me salió un comentario medio peleador, pero es que este tema siempre me molestó un poco... y si, me calenté!

Salve Chorga, señor!

encantado en conocerlo

Sebastián dijo...

ufff, que tema este. No quiero extenderme, pero dejo picando donde para mí esta el meollo del asunto: la sociedad humana, la civilizacion como la conocemos, necesita un núcleo que produzca. Sólo con las necesidades básicas cubiertas, una persona puede pensar en las ciencias, el arte o la filosofía. Por ende, no todos pueden ser artistas, científicos o filósofos. Hablando en terminos evolutivos el talento no es una característica que ayude a la supervivencia de la especie. Por ende, la sociedad busca la forma de "filtrar" el numero de individuos que estan por fuera del sector productivo. Y lo hace a traves de nuestros padres que producen, de la enseñanza en la escuela, del gobierno. Ojo! no estoy hablando de una conspiracion, ni de un sistema perverso y manipulador, ni siquiera de un acto consciente. Es simplemente la influencia del entorno. No esta ni bien ni mal, es así. Y esto viene a determinar la gran pregunta que tiene que hacerse una persona que no tiene un gran talento para las artes ni las ciencias ni el deporte (el 99% de la humanidad), pero que tampoco tiene una vocacion definida para el sector productivo (no se cuantos, pero mas de la mitad de la humanidad): voy a hacer mi parte en la sociedad, o voy a hacer lo que realmente quiera, aunque no sé si me dará para vivir?
Y esto da para extenderse kilometros, pero por ahora la dejo acá

tan versátil como acústica dijo...

creo que lo que mejor puede darte para vivir es lo qeu te genera motivación intrínseca. en primer lugar porque si trabajás con alegría vas a ser más feliz (considerando que el tercio de tu vida lo pasarás trabajando, habría que tomar la decisión con tanto criterio como la de la elección del esposo) segundo porque uno tiende a ser mejor desempeñándose en aquella tarea que le genera motivación intríseca, vaya uno a saber por qué. por ejemplo un buen músico vivirá mejor de músico que de arquitecto.

Alex dijo...

Inés: Creo que lo importante es encontrar (bendito sea también el que lo logre) el balance. Obviamente, por más que me pague bien, no voy a vender cocaína, así como tampoco viviría dando clases si se que no me da ni para pagar un alquiler. Lo que hago hoy en día me satisface profesional y emocionalmente...me tratan bien y me tienen bien conceptuado porque me esfuerzo en lo que hago, si bien no es mi vocación ni por asomo.

Roquito: Lo planteaste por el lado de la educación de los padres y está bien. Yo digo que los padres juegan un papel hasta cierto punto, y más vale que ese punto sea antes de tomar una decisión importante en la vida de alguien. El tema son los padres que no quieren jugar un papel, sino la vivir la vida del pibe. También obviamente depende de lo efectivo que sea el criado, y de lo claras que tenga las cosas.

Psico: Antes que nada te doy la bienvenida a mi blog. Espero que te sientas a gusto y que cada vez que algo te parezca incorrecto, que me des con un palo por la cabeza...se sabrá aceptar o replicar :)
Yo como (creo) que dije, comencé con la música a los 7 años, en un instituto de nivel escolar. Mi padre tenía un muy buen oído, y murió sin saber lo que era ser músico, y mi madre quiso que yo hiciera lo que mi padre no pudo, así como yo quiero que mis hijos logren lo que yo no pude. Obviamente será elección de ellos. Mi misión va a ser mostrarle lo que sé. Luego que se maneje.

Luego de varios años de tocar trompeta (casi 5) cambié de profesor y me desilucioné. Ahí cambié a violín, para el cual tenía aptitudes pero no me gustaba. Luego (simultáneamente más bien) guitarra hasta que me rompí la muñeca en un accidente. También pasé por un par de años de batería. En fin...un camino accidentado. Estoy un poco cansado de no decidirme y me hace mal. Se que soy muy bueno para ello, pero mi estúpida falta de constancia me liquidó.

Realmente admiro que vivas de eso, y si bien yo también considero que es una necesidad pero no me salió bien la jugada. Hoy me dedico a escuchar muchísima música y a divertirme con ella siempre que tenga ganas y tiempo...voy a Buenos Aires a ver todos los recitales que puedo ya que aquí no hay mucha cosa y sueño todos los días con estar en lugar de ellos...en otra vida será diferente, espero.

Seba: Obviamente, hay quienes se dedican a una cosa y quienes a otra. Más no estoy de acuerdo que uno sea producir y el otro no. Todos producen a su manera, siempre y cuando sirva para crecer uno mismo o hacer crecer a los demás.

Andrea: Es verdad. Por una cuestión natural, si soy bueno para algo, debería hacerlo, pero el mundo en el que estamos a veces no nos da la oportunidad o nos pone muchos obstáculos. Conozco varios arquitectos que serían buenos como músicos...de hecho viven de la arquitectura, y respiran música. Eso es lo que intento hacer yo cada día.


Beso.
Alex.

Alex dijo...

Perdón!. No me refería a Inés, sino a mi primita SOL!.

Beso.
Alex.

Sebastián dijo...

No me entendiste: no puede existir un musico que viva de su musica, si no existen antes miles de personas que generen una infraestructura donde un musico pueda recibir ingresos. Por cada musico, artista, cientifico, deportista profesional o presidente, tienen que existir otros miles de personas que no lo sean. Es una ley natural y punto. Como tal, la naturaleza se encarga de seleccionar a los que pueden serlo y a los que no. El que no vive de lo que le gusta, es porque no es capaz de producir algo valioso con lo que le gusta, por el motivo que sea, y entonces vive de lo que puede. Supongo que este razonamiento lleva a que el mundo es una mierda. Cada uno sabrá si es tan así o si se le puede encontrar la vuelta

Stephanie Biscomb dijo...

Lindo post :)

Mi problema no es que no sepa cuál es mi vocación sino que tengo diez mil ochocientas vocaciones y no sé cuál elegir. Bua, creo que es más bien que creo tener mil ochocientas y después pruebo y no me gusta. Como el diseño gráfico. O el periodismo. O el marketing.

Tal vez sea que me aburra nomás. Pero no podés entrar a laburar de cero en un rubro distinto cada vez que cambiás de trabajo. Soy muy buena en periodismo y marketing y hasta encaraba un poquito en diseño gráfico en una época.

Cuando tuve que elegir qué orientación seguir en 5° de liceo, me decidí por Biológico, aunque mi test vocacional estipulara que lo mío era la comunicación. Dos horas después me enteré de cuánto tiempo lleva recibirte de médico. Entonces me cambié a Humanístico, porque tenía más horas libres. Dos días después, Biológico. Un mes mas tarde a Humanístico. Al día siguiente llamé y me anoté en Biológico. El día antes de empezar las clases, me cambié a Humanístico.

En 6° me metí en Economía de cabeza porque no podía ser que siempre me decidiera por la opción más fácil.

Y después elegí Comunicaciones, porque tenés cuatro carreras adentro de una y no te hacen elegir hasta tercero. Entré pensando que quería estudiar Publicidad. Cuando llegó la hora de elegir, me entró el bichito escritor y elegí Periodismo. Me arrepentí al año, pero ya estaba. Me embolaba más haber perdido el tiempo.

Periodismo me gusta, pero no me gusta cómo lo hacen. Así que renuncié a mi laburo de periodista y conseguí uno de asistente de marketing. Habían cosas que me gustaban. Después me ascendieron y tuve que ocuparme de todo un producto yo sola. Y habían cosas que me gustaban, pero muchas no. Y me dejó de gustar la empresa. Y renuncié.

Todo esto viene a que, cuando tenía que elegir qué hacer con mi vida, mi vieja me rompió las pelotas con que estudiara Administración de Empresas. A mi viejo sé que le hubiese gustado que yo estudiara Economía o Contaduría o algo para que después pudiese entrar en Finanzas. Pero yo dije "no, voy a hacer lo que a mí me gusta".

Así que ahora, toy eligiendo a ver qué hago para el Master. ¿Alguna sugerencia?

Unknown dijo...

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